El fibrinógeno, una proteína esencial en nuestro organismo, desempeña un papel crucial en la coagulación de la sangre.

Su elevación o disminución puede tener graves consecuencias para nuestra salud.

En esta ocasión, exploraremos qué es el fibrinógeno, su función en el proceso de coagulación y cómo afecta a nuestro cuerpo.

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¿Qué es el fibrinógeno?

El fibrinógeno es una proteína sintetizada en el hígado que se encuentra presente en el plasma sanguíneo.

Su principal función es intervenir en la coagulación de la sangre, un proceso vital para detener hemorragias.

Coagulación de la sangre: deteniendo las hemorragias

Cuando sufrimos una herida, por pequeña que sea, el proceso de coagulación se activa.

La trombina presente en el plasma sanguíneo convierte el fibrinógeno en fibrina, que a su vez ayuda a formar un coágulo y detener la hemorragia.

Consecuencias de un fibrinógeno elevado

Si el nivel de fibrinógeno está demasiado alto, pueden formarse coágulos de sangre en diferentes partes del cuerpo, lo que puede llevar a infartos, isquemia, necrosis, enfermedades vasculares cerebrales e incluso la muerte.

Es esencial tener en cuenta este parámetro de laboratorio en casos de sospecha de coagulopatía.

Consecuencias de un fibrinógeno bajo

Por otro lado, si el fibrinógeno está bajo, los sangrados pueden ser difíciles de controlar, lo que puede poner en peligro la vida del individuo.

Es importante prestar atención a los niveles de fibrinógeno para evitar complicaciones graves.

Estos son los valores normales de fibrinógeno

Los valores normales aceptados del fibrinógeno tienden a variar un poco, pero se considera que los valores normales se encuentran entre 200 mg/dl y 400 mg/dl.

Es importante tener en cuenta que ciertas situaciones fisiológicas, como la edad avanzada y el sexo femenino, pueden presentar ligeramente valores aumentados de fibrinógeno.

¿Cuándo se solicita este estudio de laboratorio?

El fibrinógeno generalmente no se solicita de manera rutinaria, a menos que los síntomas del paciente o una enfermedad diagnosticada indiquen niveles bajos o altos de esta proteína en la sangre.

Algunos casos en los que se solicita este estudio incluyen:

  • Sangrado nasal frecuente sin causa aparente.
  • Sangrado frecuente de las encías.
  • Hematomas y moretones recurrentes en diferentes partes del cuerpo.
  • Presencia de sangre en orina y heces.
  • Alteraciones menstruales, como sangrado abundante y prolongado.
  • Abortos prematuros recurrentes.
  • Antecedentes de enfermedad cerebrovascular o tromboembolismos.
  • Antecedentes de COVID-19 grave o síntomas prolongados después de la infección.
  • Síntomas graves de COVID-19.

Estas son solo algunas de las situaciones en las que se puede solicitar el estudio del fibrinógeno.

En última instancia, la decisión de solicitar este parámetro de laboratorio depende del médico especialista.

¿Porqué tengo el fibrinógeno alto?

Una elevación del fibrinógeno en sangre, conocida como hiperfibrinogenemia, puede servir como indicador diagnóstico.

Algunas causas de fibrinógeno alto incluyen:

  • Procesos inflamatorios de origen infeccioso.
  • Tumores.
  • Quemaduras.
  • Traumatismos.
  • Estados de compensación por pérdida de proteínas, como en el síndrome nefrótico.
  • Enfermedades hereditarias.
  • Diabetes mellitus.
  • Glomerulonefritis.
  • Artritis reumatoide.
  • Tuberculosis.
  • Acromegalia.
  • Neumonía.
  • Infarto de miocardio.
  • Eclampsia.

Además, existen situaciones menos graves pero que pueden elevar los niveles de fibrinógeno, como el embarazo, la menopausia, la menstruación y el consumo de tabaco o ciertos medicamentos.

Factores de riesgo

La importancia del fibrinógeno_ ¿Cómo afecta a tu salud (2)

Algunos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar un fibrinógeno alto incluyen el envejecimiento, antecedentes familiares de problemas de coagulación y un estilo de vida sedentario.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas del fibrinógeno alto pueden variar dependiendo de la edad, los factores de riesgo, enfermedades preexistentes y niveles de fibrinógeno en el cuerpo.

En etapas iniciales, pueden presentarse sangrados difíciles de contener, hematomas y trastornos menstruales notables.

A medida que los niveles de fibrinógeno aumentan, el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el ictus (enfermedad vascular cerebral), se vuelve más prominente.

Además, en casos graves, existe la posibilidad de muerte súbita debido a la formación excesiva de coágulos sanguíneos.

Complicaciones asociadas al fibrinógeno alto:

El fibrinógeno alto puede aumentar el riesgo de desarrollar complicaciones graves, como la trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, enfermedad arterial periférica, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular.

Estas complicaciones pueden poner en peligro la vida y es fundamental buscar tratamiento adecuado.

¿Cómo disminuir los niveles de fibrinógeno?

Cambios en el estilo de vida

Mantener un estilo de vida saludable es clave para prevenir el fibrinógeno alto y proteger la salud cardiovascular.

Se ha demostrado que una dieta equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y la reducción del estrés pueden tener un impacto positivo en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Además, dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol pueden ser acciones sólidas para evitar complicaciones relacionadas con el fibrinógeno alto.

Tratamiento médico

Cuando el fibrinógeno ya está elevado y se requiere tratamiento médico, se pueden prescribir medicamentos como antiagregantes plaquetarios o anticoagulantes para ayudar a reducir la viscosidad de la sangre y prevenir la formación de coágulos.

Además, se pueden requerir tratamientos específicos para tratar la causa subyacente, como el uso de antibióticos para infecciones o medicamentos para enfermedades autoinmunes.

El control de enfermedades crónicas como la diabetes o enfermedades del corazón también es crucial, y puede implicar el uso de medicamentos y cambios.

En resumen…

El fibrinógeno alto puede ser un indicador de diversos problemas de salud y aumentar el riesgo de complicaciones graves.

Es fundamental estar atentos a los síntomas y factores de riesgo, así como realizar chequeos médicos periódicos para prevenir y tratar a tiempo cualquier problema relacionado con el fibrinógeno.

Además, mantener un estilo de vida saludable y seguir las recomendaciones médicas puede contribuir significativamente a prevenir el fibrinógeno alto y sus complicaciones asociadas.

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